Circular RFEA Nº: 88/2017 .- CAMPEONATO DE ESPAÑA INFANTIL INDIVIDUAL VALLADOLID 2017 . INCLUSIÓN DE NUEVO GRUPO DE PRUEBAS Y AUTORIZACIÓN ATLETAS MENORES
A mes y medio de cumplir los 17 años, Pedro Osorio (Ferrol, 2000) continúa dando zancadas de plomo sobre el tartán. Un récord del mundo oficioso en 500 metros lo descubrió cuando solo tenía 8 años, un problema de crecimiento lo frenó con 14 años y una marca excepcional en los 800 metros bajo techo (1m 52s 95) acaba de volver a confirmar su proyección.
Ahora, con 180 centímetros de potencia y resistencia, tiene un objetivo a corto plazo: ser internacional. O, lo que es lo mismo, vestir la camiseta española el próximo verano en Nairobi, la capital de Kenia, con motivo del Mundial juvenil. El registro en las cuatro vueltas en pista cubierta lo ha situado tercero de todo el planeta en su franja de edad y quinto en el ránking histórico nacional, a solo un segundo de sobresalientes atletas como Manuel Olmedo o David Bustos.
-¿En qué momento se encuentra ahora de la temporada?
-Estoy empezando la preparación de cara al verano. Después de la campaña de invierno, a estas alturas nunca había estado como ahora. Aún así, por muy bien que esté ahora, puede pasar de todo y lo que importa es estar bien para el futuro.
-¿Cómo recuerda la final de 800 del Campeonato de España juvenil, en la que ganó el oro?
-Salí por la calle 1, por dentro. Cuando llegué a la compensación [los atletas se enfilan], los otros aceleraron más y me dejaron un poco encerrado. Acabé situado detrás y me quedé en la cola durante dos vueltas, porque el ritmo era bastante fuerte. Sonó la campana, di todo lo que me quedaba, hubo suerte y salió bien. Mi carrera fue regular, mientras los demás tiraron demasiado y reventaron al final.
-¿Sabía que había batido el récord gallego juvenil?
-No sabía exactamente cuál era el récord, pero más o menos sí conocía el registro. Sabía que lo había hecho, pero no estaba seguro de cuánto lo había bajado.
-La plusmarca era de 1991. La batió entonces Leo Piñeiro (1m 54s 6).
-Eso no lo sabía. De eso me enteré después [sonríe].
-Con este registro bajo techo, ¿se va aficionando más a la pista cubierta?
-Todavía no le he cogido el gusto del todo, mi especialidad es el aire libre. El récord fue algo inesperado, porque no suelo entrenar mucho bajo techo. No esperaba realmente llegar como llegué. Lo que más me gusta es el aire libre y de hecho es a donde más suelo enfocar la temporada.
-¿Su objetivo para este año?
-Básicamente demostrar un buen estado de forma y a ver si así me cogen para ser internacional.
-Subiría un escalón más en su trayectoria...
-Siempre ha sido uno de mis grandes objetivos y lo que siempre quise, pero todavía no llegué a ser internacional. Ojalá este año sea el primero en el que vaya con la selección. Trabajaré y a ver qué pasa. Aunque tenga el registro de invierno, si no demuestro estos meses el buen estado de forma, no iré al Mundial [solo viajarán diez atletas de entre todas las pruebas, los mejor situados en el ránking mundial].
-¿Los 800 metros son su distancia perfecta?
-Por ahora me especializo en 800, pero sigo haciendo todo el resto de distancias, aunque solo sea para prepararme más en rapidez y en resistencia. Eso sí, cualquier día puedo descubrir que se me da mejor una prueba diferente al 800.
-¿Se encuentra a gusto en Ferrol o le gustaría cambiar de aires?
-Estoy muy contento tal y como estoy ahora mismo. Puedo entrenar lo que quiero, lo puedo compaginar más o menos bien para estudiar [1.º de Bachillerato, en el IES Concepción Arenal] y tener tiempo libre. Además, me lo paso bien entrenando y considero que mi técnico [Tomás García Acosta] me lleva bastante bien. Se preocupa bastante por entenderme. Y, si me paro a pensarlo, a estas alturas no se me ocurriría un sitio mejor en el que estar ahora mismo. Aunque en el futuro caben muchas opciones.
-¿Tiene referentes?
-Sí. A Miguel González, Adrián Ben y Tariku Novales son los que siempre he visto como referencia. Al principio no destacaban demasiado, pero con el paso del tiempo, después de entrenar mucho, empezaron a sobresalir. Son un referente por el esfuerzo.
TEMPORADA 2016-2017
Victoria de renombre en Atapuerca. En el considerado como la mejor prueba de campo a través en territorio nacional, el Cross Internacional de Atapuerca, Pedro Osorio se impuso en categoría juvenil. Cubrió los 4 kilómetros del recorrido en 12 minutos y 1 segundo.
Pequeño parón. Iniciada la temporada, Osorio pasó un tiempo solamente entrenando, prácticamente parado por un problema en un pie. No obstante, ahora no arrastra molestias.
Concentraciones. Dos este año en León con el equipo nacional. En el pasado había acudido a otras tres.
Triunfo autonómico. A principios de febrero, el atleta del Ría se impuso en el Campionato Galego juvenil de campo a través, celebrado en A Baña.
Caída en el Nacional. En el Campeonato de España de campo a través por clubes se cayó por un empujón y concluyó 28.º. «No fue mi mejor día», dice.
Cinco compromisos para el Ría Ferrol – Concepción Arenal en este fin de semana
Atletas del Ría Ferrol - Ría Ferrol
Oviedo, A Coruña, Pontevedra, O Pino y Vigo, estas fueron las localidades donde compitieron este fin de semana los atletas del Ría Ferrol – Concepción Arenal, donde consiguieron resultados de todo tipo, aunque la mayoría positivos.
Control en pista al aire libre
Esta prueba de control tuvo lugar en Oviedo, donde participaron las atletas absolutas del Ría Ferrol – Concepción Arenal María Oliva Amores y Aldara Álvarez. María Oliva Amores obtenía el primer puesto en lanzamiento de martillo con una marca de 50,77 metros y el segundo puesto en lanzamiento de disco con una marca de 32,50 metros. Aldara Álvarez fue primera en lanzamiento de disco con una marca de 46,48 metros.
2º jornada Campeonato Escolar Xogade Benjamín y Alevín en pista al aire libre
A Coruña acogía esta segunda cita del calendario escolar, donde participaba una gran representación del Ría Ferrol – Concepción Arenal, donde conseguían los primeros puestos con el alevín Marcos Pérez en 500 metros con un tiempo de 1´35”45, la alevín Natalia Vigo en 500 metros con un tiempo de 1´36”57, el alevín Jorge Bertalo en 1000 metros con un tiempo de 3´27”36, la alevín Alicia Barreiro en 1000 metros con un tiempo de 3´46”41, la alevín Carla Pazos en los dos kilómetros marcha con un tiempo de 14´48”79, el relevo 4x60 alevín masculino formado por Marcos Pérez, Jorge Bertalo, Lucas Faraldo y Adrián Rivadulla con un tiempo de 37”91, el relevo 4x60 alevín femenino formado por Gabriela Serantes, Aroa Amado, Alicia Barreiro y Natalia Vigo con un tiempo de 39”03, el alevín Luis Faraldo en salto de altura con 1,20 metros, la alevín Gabriela Serantes en lanzamiento de jabalina con 12,95 metros, la alevín Arianna Muñoz en triathlon (60 metros, longitud y peso) con 571 puntos, la benjamín Irma Veiguela en los 1000 metros con un tiempo de 4´02”93 y el relevo benjamín femenino 4x50 con un tiempo de 40”27.
Campeonato de Galicia de Clubes de Pruebas Combinadas
Este fin de semana se celebró esta prueba en Pontevedra, con la participación del juvenil Álvaro Larrañaga, que obtenía el primer puesto en decathlon con una marca de 4198 puntos en su concurso.
Campeonato de Galicia de Milla en Ruta
El sábado, en el Concello de O Pino se celebraba esta cita, con la presencia del veterano José Manuel Insua, que obtenía el segundo puesto con un tiempo de 6´20”.
3º jornada Series Municipales Concello de Vigo en pista al aire libre
El domingo participaban en esta prueba la absoluta Tania Valverde logrando el segundo puesto en salto de longitud, con una marca de 5,35 metros y la absoluta Laura Méndez en salto de pértiga, también obteniendo el segundo puesto con una marca de 2,70 metros.
Lardo Moure, el artesano que forja campeonas sobre la pista
El técnico pobrense entrena, o ha entrenado, a grandes como Ana Peleteiro, Lydia Parada o Jessica Rial
ANTÓN PARADA
RIBEIRA / LA VOZ
Era prácticamente imposible que Lardo Moure García (A Pobra, 1979) encaminase su vida a cualquier otra cosa que no incluyese la estela del polvo de una pista de atletismo. Su padre, el histórico Pepe Moure, fue el fundador en 1984 del segundo hogar de esta familia, la Asociación de Atletismo e Deportes do Barbanza. Con solo 5 años, el pequeño Abelardo fue uno de los primeros atletas en enarbolar la bandera de este club.
Tres décadas más tarde, los rostros en el pobrense campo de A Alta han cambiado, pero más lo ha hecho el medallero de la asociación. Desde que Lardo Moure tomó el testigo de su progenitor y se convirtió en entrenador, el conjunto de los atletas que dirige acumula 47 metales en campeonatos nacionales, tres en europeos y mundiales, catorce récords estatales, 27 récords autonómicos, ocho finalistas internacionales y más de 200 medallas a nivel gallego. Entre esta lista sobresalen los nombres de campeonas de la talla de Ana Peleteiro, Lydia Parada o Iria Forján.
El atleta
Mucho antes de que Moure se convirtiese en artesano de atletas de élite, fue un brillante y prometedor deportista que comenzó practicando desde disciplinas como medio fondo y salto hasta lanzamientos. Con 12 años, su nombre ya estaba entre los primeros de Galicia, pero eso fue hasta que llegó 1993.
En ese año, el pobrense acompañó a su primo a competir en un trofeo infantil compostelano. Era la primera vez que lanzaba una jabalina en competición y consiguió la mínima para el campeonato gallego en Ourense. Allí quedó tercero en los 1.000 metros obstáculos, su disciplina potencial, pero «para mi sorpresa y la de mi padre, quedé subcampeón de Galicia en jabalina, mejorando en ocho metros mi marca». Cuando pasó a ser cadete, combinó el medio fondo y el lanzamiento hasta que una tendinitis crónica de nacimiento lo apartó sin remedio de la carrera.
Lardo Moure no se rindió, es más, se convirtió en autodidacta en una época en la que carecían de recursos y conocimientos para practicar la jabalina. Mas el destino suele aliarse con el esfuerzo. Mientras en A Coruña se construía el actual estadio de Riazor, uno de los mejores entrenadores españoles de esta disciplina, Raimundo Fernández, comenzó a entrenar en A Alta. A este ídolo de Moure le acompañaban atletas de la talla de la olímpica Ángeles Barreiro. Así fue como el pobrense recibió el mejor asesoramiento posible y comenzó a entrenar al lado de los que eran sus referentes. Eso no marcaría solamente la diferencia en su carrera como atleta, sino que también influiría en su trayectoria como entrenador, que comenzó con 16 años y ahora ya supera las dos décadas.
Moure vivió una fulgurante carrera como lanzador, de forma paralela a sus estudios y trabajo, primero en el Club Atletismo Rías Ferrol -del que son filial en la actualidad- y después ascendiendo en una escalera que le llevó por el Club Atletismo Ourense, Scorpio de Zaragoza, Scania de Pamplona, Universidad de Burgos y Fent Camí Mislata de Valencia. Pasó de dormir en furgonetas y comer bocadillos en áreas de servicio -horas antes de competir en un torneo nacional- a alojarse en hoteles y disponer de los mejores recursos en las más altas categorías.
El entrenador
A partir del 2007, cayeron en sus manos los diamantes en bruto que eran Lydia Parada y Jessica Rial. A ello se sumó el trágico incidente en el meetingCiudad de Santander, en el que tras un lanzamiento cayó al suelo y para evitar que este fuese nulo, se provocó una distensión en su mano de arrojar. «Son cosas del destino, pero si no me llega a ocurrir quizás mis atletas no hubieran llegado a ser lo que hoy son», confesó Moure con total sinceridad.
Bajo su disciplina, de A Alta han salido méritos de vértigo. Fue el entrenador más joven del campeonato del mundo júnior en clasificar a dos atletas para una selección nacional: Ana Peleteiro y Lydia Parada. La primera se erigió campeona mundial de triple salto. Y en la actualidad, Parada no ha perdido ni un solo campeonato estatal. Moure y ella solo piensan en Tokio 2020 como el gran objetivo. Mas ya quedó demostrado que ninguna meta es imposible, si este artesano sopla el viento que guía la jabalina.